El hombre de la bata roja by Julian Barnes

autor:Julian Barnes [Julian Barnes]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788433943132
editor: Editorial Anagrama
publicado: 2021-07-21T00:00:00+00:00

la mujer de un enviado estadounidense a Bruselas, y al ver esta gracia informal, desenfadada, esta energía incansable, propia de una nación joven, ese atisbo de coquetería que aún conserva el poderoso encanto del flirteo en una damisela que ya está casada, y al recordar la vivacidad y los modales insinuantes de algunas norteamericanas en París me dije que aquellos hombres y mujeres parecen destinados a ser los futuros conquistadores del mundo.

La vieja Europa, por supuesto, no capituló sin lucha. Oscar Wilde llegó a América en enero de 1882 para una gira de un año de costa a costa; el conde de Montesquiou, en enero de 1903 para una visita más breve de cuatro ciudades. Los dos pensaron que estaban realizando misiones civilizadoras. A escala nacional e imperial esas misiones significaban tierra, Dios y saqueo; a una escala personal y cultural, autopromoción, fama y saqueo. A su regreso, Wilde se jactó ante Whistler de que había «civilizado América» (y añadió que solo quedaba el Paraíso por conquistar). Su gira fue teatral en la forma y a menudo en el lugar; por su deliberado y provocador esteticismo fue también vulgar, por emplear uno de sus adjetivos favoritos.

El viaje de Montesquiou fue privado, geográficamente restringido y socialmente más selecto. Un periódico escribió: «El bello conde viene a Boston.» «Este caballero francés es ahora una divinidad reinante en Nueva York debido a su prestancia y su excelente vestuario. No da lecciones, sino “conferencias” a cinco dólares la entrada.» Estos actos se celebraban en grandes hoteles y en los salones de viviendas elegantes. Después de Nueva York y Boston fue a Filadelfia y Chicago, donde fue recibido por la señora Potter Palmer, la coleccionista de arte y esposa de un famoso fabricante de galletas. (No hay que confundirlas con las «galletas Palmer» que Des Esseintes ve expuestas en la Bodega de París durante su fallida expedición a Londres. Estas últimas eran sin duda inglesas y las fabricaba Huntley and Palmer.)

Cuando Wilde visitó Estados Unidos se convino en que había que presentarlo como a un miembro distinguido de la sociedad británica y asimismo como a un escritor o pensador: él proclamaría el nuevo ideal estético de la belleza al mismo tiempo que lo personificaba en público. En Inglaterra se había hecho famoso porque encarnaba la figura de Bunthorne en la ópera Patience de Gilbert y Sullivan; en América se haría famoso porque encarnó al personaje de «Oscar Wilde». Hay un momento en que se produce un cambio en la naturaleza de la fama literaria. Hasta entonces, un escritor famoso era un escritor que se hacía famoso escribiendo. Wilde fue el primero en concebir la idea de hacerse famoso antes y ponerse a escribir después. Hacia finales de 1882 solo era «aún» un poeta menor y un conferenciante asiduo. Pero también era famoso en dos continentes y en consecuencia estaba en el mejor momento para una carrera literaria. Hacia junio de 1882, las ganancias de la «Wilde Experience» superaban los dieciocho mil dólares, y los beneficios después de los gastos ascendían a unos cinco mil seiscientos.

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